El ciclismo en Bélgica quiere ir un paso más allá. La provincia belga de Limburgo ha inaugurado Cycling through the Trees (Pasear en bicicleta entre árboles), una nueva experiencia de ciclismo y senderismo entre las copas de los árboles, a 10 metros de altura. El nuevo carril para bicicletas, que ofrece una vista de 360º, asciende gradualmente hasta llegar a una circunferencia doble de 100 metros de diámetro antes de volver a descender.
Pasear en bici entre árboles es el segundo proyecto de una serie de experiencias innovadoras que permiten a los ciclistas disfrutar del esplendor de la naturaleza en la región de Limburgo: en 2016 ya se inauguró su hermano mayor, Pasear en bici por el agua y el próximo año está prevista la apertura de Pasear en bici entre el brezo en el Parque Nacional Hoge Kempen.
Como su nombre indica, el proyecto es un carril bici en armonía con el entorno natural. El camino asciende gradualmente a una altura de 10 metros y tiene 700 metros de largo con un diámetro de 100 metros, donde los ciclistas pueden circular entre las copas de los árboles, antes de descender de nuevo al suelo del bosque.
El nuevo carril bici a través de los árboles añade una experiencia única a la red de rutas ciclistas de Limburgo. Por el bien de la seguridad, el ciclismo es unidireccional y hay una red de alambre sutil con un pasamanos. El nuevo puente ciclista se asienta sobre una estructura de 449 columnas únicas hechas de acero desgastado para simbolizar los troncos de los pinos, por lo que toda la estructura se integra maravillosamente en su entorno. El respeto por la flora y la fauna fue clave tanto en el diseño del puente ciclista como en su construcción en el bosque. El proyecto se implementó con la naturaleza como compañera y constituye un vínculo lógico en el "ciclo de vida" de Bosland.
Los árboles que fueron talados para despejar el espacio para el carril bici han cobrado una nueva vida al inicio de la ruta en forma de un pabellón de información hecho de los troncos de árboles reciclados apilados. Además, las coníferas todavía están representadas de manera simbólica: el nuevo puente ciclista se asienta sobre una estructura de 449 columnas únicas hechas de acero desgastado para simbolizar los troncos de los abetos, por lo que toda la estructura se integra maravillosamente en su entorno.