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HORMA es un estudio de Arquitectura fundado en 2012 en Valencia que basa su práctica en el desarrollo de arquitectura a medida; a medida de cada usuario, cada lugar, cada paisaje y cada contexto.
Materia, geometría y luz son las herramientas que nos permiten dotar al espacio del carácter que lo convierte en una atmósfera singular.
Su trabajo ha sido publicado a nivel nacional e internacional en publicaciones como Arquitectura Viva, Plot, AD y Azure y reconocido en los Premios nacionales de arquitectura 2021, FAD 2021 y 2018 y premios CTAV y COACV, entre otros.
HORMA, desde sus orígenes, combina su práctica profesional con la docencia con el objetivo de enseñar lo aprendido pero, sobre todo, de seguir investigando y aprendiendo cada día.
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¿Quiénes sois?
Somos un grupo de apasionados por la arquitectura que dedica su tiempo a disfrutar de lo que hace.
¿Quiénes componen el estudio?
En el estudio somos Clara Cantó, Jose Iborra y Nacho Juan desde el inicio y ahora el equipo lo completan Ana Riera, Belén Iglesias y María Mateo.
¿Qué tipo de trabajo realizáis?
Habitamos la geometría. Entendemos cada proyecto como una oportunidad para divertirnos y evolucionar la manera de habitar los lugares en los que trabajamos. Escuchamos a las personas, entendemos los lugares y encontramos en la geometría la herramienta que mejor nos ayuda a expresar nuestros pensamientos por su precisión, flexibilidad y carácter.
En el estudio no hacemos distinción por tipología de proyectos, ni por tamaño ni por uso ni presupuesto, cualquier nuevo proyecto es bienvenido si todos los participantes estamos alineados en querer añadir un valor a lo existente.
¿Cómo se desarrollan vuestros proyectos?
En cuanto a la fase de pensamiento, estamos en constante búsqueda y análisis de referentes que nos permitan entender cómo hacer mejor lo que pensamos, independientemente del proyecto en el que estemos trabajando. Estudiamos referencias de muchas disciplinas, de manera abierta y sin aplicación directa a un caso, lo que nos permite recibir información limpia a nivel conceptual. En cuanto a la fase de desarrollo, pensamos y trabajamos mucho en cada proyecto, fundamentalmente a mano, tanto en el estudio como en la obra. Entendemos que lo manual es único, capaz de dotar a la obra de la virtud de lo irrepetible y, a veces, también de lo imprevisible.
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¿Qué recomendaciones darías a los que empiezan?
Les daríamos tres recomendaciones, por este orden:
1. que disfruten de lo que hacen, es la manera de ser uno mismo y poder aportar un valor añadido a lo que ya conocemos.
2. que tengan el valor de hacer lo que piensan y sigan formándose para poder desarrollarlo de la mejor manera posible.
3. apropiándome de una frase de Alberto Campo Baeza: "que diseñen con belleza y que construyan con verdad".
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