“Opera Aperta”, Pabellón de la Santa Sede en la 19 Bienal de Arquitectura de Venecia 2025
Comisario: Su Eminencia el Cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede.
Comisarios: Marina Otero Verzier, Giovanna Zabotti.
Diseño arquitectónico: Tatiana Bilbao Studio (Tatiana Bilbao, Alba Cortés, Isaac Solis Rosas, Helene Schauer) y MAIO (Anna Puigjaner, Guillermo López, Maria Charneco, Alfredo Lérida)
Fotografía: José Hevia
'Opera Aperta', está ubicado en una iglesia veneciana del barrio de Castello. La propuesta recibió una mención especial en la 19ª Biennale di Venezia por transformar el espacio en un lugar en evolución de cuidado colectivo, restauración y diálogo, inspirado en el libro de 1962 del filósofo italiano Umberto Eco 'Obra abierta' ('Opera aperta').
Durante siete meses el proyecto acogerá talleres de restauración, comidas compartidas y ensayos musicales, reuniendo a arquitectos internacionales, artesanos locales, estudiantes y colectivos sociales. Y en lugar de ocultar los daños, el equipo seguirá cuidadosamente las grietas, el moho y la intemperie del edificio, no como defectos, sino como pruebas de vida, historia y posibilidad.
“La importancia de entender el trabajo con la comunidad y que esto se demostrara como un proceso les pareció interesante”, comenta en entrevista desde Italia Tatiana Bilbao, directora del estudio.
Comisariada por Marina Otero y Giovanna Zabotti, Opera Aperta realiza ante los ojos del público el proceso de restauración de la antigua Casa di Santa Maria Ausiliatrice de Venecia, ubicada en el barrio de Castello, donde una cofradía construyó hacia 1171 una iglesia y un hospital para los peregrinos. En el inmueble conviven restauradores, profesores, talleristas, estudiantes de música y asociaciones.
El jurado internacional de la Bienal, integrado por el suizo Hans Ulrich Obrist (presidente), la italiana Paola Antonelli y Mpho Matsipa (Sudáfrica), determinó que “esta mención especial reconoce la creación de un espacio de intercambio, negociación y restauración.
Al restaurar la estructura existente, el equipo dibujará y atenderá cuidadosamente sus grietas y filtraciones, eflorescencias, moho y podredumbre. En lugar de ver estas condiciones como patologías o defectos que deben eliminarse, se entienden como umbrales a través de los cuales pueden surgir nuevas posibilidades. Forman parte de un proceso metabólico más amplio, signos de vida en una estructura viva habitada por microorganismos que prosperan en el ambiente salino de Venecia, junto con insectos, arañas, aves y los humanos que la habitan.
Atender estas condiciones y representarlas mediante dibujos arquitectónicos detallados honra las historias estratificadas que se encuentran en el lugar, a la vez que reconoce las vidas de quienes nos precedieron y de quienes vendrán. Reconoce que el mundo siempre está emergiendo y decayendo, desintegrándose y regenerándose simultáneamente. Este proceso de reparación social y ecológica se desarrolla a través de diversas escalas, integrando diversas formas de trabajo, conocimiento y experiencia. Artesanos locales, especialistas en la recuperación de obras de piedra, mármol, estuco, madera y metal, liderarán las obras de restauración. Una mesa comunitaria, auspiciada por la cooperativa nonsoloverde, organización dedicada a apoyar a grupos desfavorecidos, reúne a visitantes y residentes locales, creando un espacio de encuentro y comidas compartidas. A lo largo del edificio, las salas se convertirán gradualmente en espacios de ensayo para los estudiantes del Conservatorio de Música de Venecia y su público improvisado.
