Carme Pinós es una de las profesionales de la Arquitectura más reconocidas a escala internacional. Una de sus máximas es la confianza, porque "si no confiamos en nosotros, nada de lo que aprendemos lo podemos traducir en creatividad", asegura. El año pasado la filántropa Naomi Milgrom, presidenta de la fundación que lleva su nombre, invitó a la arquitecta catalana a diseñar el MPavillion de Melbourne, convirtiéndose en la primera mujer en llevar a cabo este cometido. También ha diseñado rascacielos en México, el CaixaForum de Zaragoza o la nueva Escola Massana de su ciudad natal, Barcelona.
Entrevistamos a Pinós, que ofrecerá una conferencia en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de La Coruña este viernes, 1 de febrero, durante el evento patrocinado por hna
¿Qué supone la Arquitectura para usted?
Mi modo de estar en el mundo y relacionarme con él. También es, por supuesto, mi manera de ganarme la vida y podría decir que de darle sentido a ésta.
¿Cuándo y por qué decidió ser arquitecta?
La decisión la tomé muy joven, en la adolescencia, influida por el amor al arte que mi padre supo trasmitirme y las constantes obras que se llevaban a cabo en nuestra casa de campo donde pasaba largas temporadas.
¿Cambiaría hoy su decisión?
Desde que tomé la decisión nunca me he planteado ser otra cosa. A medida que voy adquiriendo experiencia y, a pesar de lo complicada que se va volviendo nuestra profesión cada vez más atada a más reglas y más desconfianza, disfruto más y más de ser arquitecta.
¿En qué proyectos trabaja actualmente?
Ahora mismo estamos acabando diversos proyectos de viviendas. También estamos sumergidos en un concurso restringido de un hotel de lujo de 41.000 metros cuadrados, un reto muy difícil.
¿Cuáles son los valores diferenciadores que aporta su estudio a sus trabajos?
Creo que el respeto absoluto al contexto, creernos muchísimo nuestra responsabilidad hacia la ciudadanía, además de hacia nuestro cliente. Nos gusta arriesgar sin perder nunca el rigor y la coherencia.
¿Cree en la inspiración artística o en el trabajo técnico diario?
Por descontado la arquitectura es arte además de un servicio. A mi modo de ver es el arte más completo, el que es capaz de dar poética a la cotidianidad.
¿Cuál es el proyecto que le ha resultado más complicado de resolver arquitectónicamente y le ha supuesto un desafío?
Como me lo preguntáis cuando tengo sobre la mesa un reto muy difícil, os diría que este concurso del hotel.
Si tuviera que destacar una obra arquitectónica de España, ¿cuál elegiría?
La Mezquita de Córdoba.
De las ciudades que ha visitado, ¿cuál es la que más le ha impactado arquitectónicamente?
Hay muchas ciudades de las que guardo un gran recuerdo y a las que me gusta siempre volver, casi todas relacionadas con el agua: Venecia, Roma, París, Hamburgo, New York… La única que no tiene río y me impresionó muchísimo es Fez.
Como docente, ¿qué diferencias ve en el estudio de la Arquitectura respecto a su época como estudiante?
Son dos situaciones distintas. En la época de estudiante uno se tiene que impregnar de todo, estar abierto a todo, aún no te conoces y te buscas en las referencias. Equivocarse es una forma de aprender. Cuando ya llevas un estudio, la responsabilidad es muy grande y por suerte ya sabes hacia dónde vas y sabes medir los riesgos de tus decisiones.
En febrero ofrecerá una conferencia en A Coruña a futuros arquitectos, ¿qué va a transmitir a los jóvenes estudiantes?
Lo más importante es que a uno le entusiasme lo que hace, es el mejor amortiguador para cualquier bache… A mis alumnos les intento transmitir la gran responsabilidad que tenemos los arquitectos y que esto no se lo tomen como una carga sino, por el contrario, como un estímulo para el querer hacer las cosas bien en las dos caras que tiene la arquitectura: la artística y la de servicio.
hna colabora en la conferencia de A Coruña, ¿es mutualista de hna? ¿Desde cuándo?
Si desde que inicié mi actividad profesional.
¿Qué le aporta hna como Mutualidad?
Me aporta un buen servicio de médicos y la previsión de mi futuro.
¿Qué consejos da a los estudiantes que hoy se forman en las Escuelas de Arquitectura?
El mejor consejo es que confíen en ellos mismos: La arquitectura no es una ciencia, no se puede aprender en los libros. Lo aprendemos desde la observación, tenemos que saber escuchar, tenemos que ser curiosos, pero si no confiamos en nosotros, nada de lo que aprendemos lo podemos después traducir en creatividad.