Uno de los principales activos de la Industria Química española es su capacidad de generar empleo. En volumen, el sector creció en 2018 un 1,7% hasta los 196.800 empleos directos, que alcanzaron los 670.000 si añadimos el empleo indirecto e inducido. Esta cifra representa el 3,5% de la población activa ocupada en nuestro país, según el último estudio de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique).
Destaca, además, la estabilidad y calidad laboral del empleo directo que genera el sector, ya que el 93% de la contratación es indefinida (frente al 73% de media nacional y el 80% de la media industrial) y el sueldo medio supera los 38.300 euros brutos anuales por trabajador, un 68% más que la media nacional (22.807 €/año). Asimismo, destaca por la alta cualificación profesional puesto que el sector químico es uno de los que más invierte en formación al destinar 252 euros anuales por empleado a esta área, casi el doble que la media industrial (127,4€).