estudio DIIR es una firma de arquitectura con sede en Madrid fundada en 2018 por David Meana, Ignacio Navarro, Iñigo Palazón y Ricardo Fernández, arquitectos por la Escuela de Arquitectura de Madrid (ETSAM). Su labor explora diversas vías para alcanzar la singularidad por medio de la innovación y el rigor. Desde oficinas y tiendas hasta edificios públicos y complejos residenciales, estudio DIIR incorpora los aspectos esenciales del presente poniendo el foco en cuestiones sociales, culturales y medioambientales. Durante este tiempo, su trabajo, marcado por un fuerte posicionamiento estratégico y conceptual, ha recibido reconocimiento a nivel nacional e internacional.
¿Quiénes componen el estudio?
estudio DIIR lo componen cuatro socios: David Meana, Ignacio Navarro, Iñigo Palazón y Ricardo Fernández. El equipo lo completan Alicia Cueva y Cristina Verdyguer.
¿Qué tipo de trabajo realizáis?
Por encima de las cuatro ramas de trabajo que definen nuestra producción (público, vivienda, oficina y comercial), perseguimos retos que permitan conceder a nuestra práctica la complejidad que merece. Desde las fases más conceptuales, sometemos el proyecto a planteamientos donde todo entra en conflicto. La estructura organizativa del estudio promueve que la visión de cada integrante se contraponga a la del otro, llevando cada propuesta al extremo hasta conseguir un resultado único y singular.
Nuestra labor inicial basada puramente en el encargo público se ha ido trasladando a otros sectores como el comercial o el residencial. Esto nos permite trasladar los conceptos más experimentales y estratégicos de la gran escala a un terreno donde son el diseño, la estética y el detalle los que determinan cada decisión.
¿Cómo se desarrollan vuestros proyectos?
Definimos el estudio como una plataforma colaborativa donde la actividad profesional e intelectual se desarrolla gracias a la interacción de numerosos agentes, tanto internos como externos.
El equipo de estudio DIIR organiza sus labores en cuatro áreas: conceptualización de ideas, desarrollo de proyecto, ejecución de obra, y comunicación y estrategia. Cada socio es responsable de una línea y, según la necesidad, el grupo de trabajo incorpora a aquellos agentes que aportan su conocimiento y dotan al proyecto de mayor riqueza. Esta mentalidad abierta otorga flexibilidad en el cambio de escala y agilidad en la toma de decisiones. De este modo es posible convertir cada proyecto en un auténtico reto y abordar con ambición y garantías una alta variedad de trabajos.
¿Qué recomendaciones daríais a los que empiezan?
Animamos a encontrar la manera de convertir cada encargo, por pequeño que sea, en una aventura. Para ello resulta importante cuestionar cada proceso, alejarse de arquetipos tradicionales, y así, mirar con ambición a los retos del futuro. Las nuevas generaciones debemos combatir la inestabilidad de nuestros días a través del aprendizaje de nuevas materias, la colaboración entre disciplinas y la dedicación y compromiso hacia todo lo que se hace.