Restaurante GRETA, calle Fortuny 47, Madrid
Arquitectos: Estudio DIIR
Fotografías: David Zarzoso
La identidad de marca y la experiencia de venta se convierten en valores fundamentales en la concepción de este proyecto: “Greta salad bar” situado en el centro de Madrid. Con una superficie de 80 m2 el proyecto busca transmitir unos valores saludables que se explican mediante la apuesta por el uso del color.
El proyecto hace del verde su gran protagonista e inunda el espacio de manera radical. Esta estrategia de diseño requiere de un exclusivo cuidado de cada detalle. Convertir un único color en actor principal del proyecto obliga a crear un repertorio de soluciones constructivas donde todo guarde relación. De ese modo, se apuesta por la variedad en el empleo de materiales. Un ejercicio ambicioso cuyo resultado ofrece una atmósfera peculiar y, sobre todo, única.
La sucesión de espacios caracteriza un proyecto cuya longitudinalidad se intuye como hándicap. Para solventarlo y sin caer en el recurso de la compartimentación, se juega con la altura del local y se dibujan tres estancias.
En primer lugar, una gran barra revestida de cerámica funciona como elemento de bienvenida y combina la exposición de producto con la preparación del mismo. Seguidamente, se levanta un anfiteatro que recibe una doble función: sirve de graderío para los comensales, y resuelve el desnivel por medio de una escalera integrada. Por último, en la zona más elevada se coloca el comedor, una sala rodeada de bancadas y flanqueada por vegetación. El color de estas plantas se mezcla con el resto de tonos verdes, en un claro deseo por construir una identidad que caracterice la filosofía de esta nueva marca.
El proyecto apuesta por utilizar una gran variedad de materiales y elementos constructivos para configurar una narrativa compleja pese al empleo de un único color. En el espacio coexisten revestimientos continuos, cerámica, piedra y hasta una celosía.