¿Quiénes sois?
Somos Miquel Ruiz, Adrià Orriols y Joan Gener, tres arquitectos que estudiamos en la ETSAB. Nuestra práctica nació de una mezcla de ingenuidad y ambición, sin clientes ni proyectos a la vista, solo con la firme determinación de hacer arquitectura. Nuestra odisea comenzó en el terreno de los concursos, no solo como un medio de exploración conceptual sino como un portal hacia oportunidades en el ámbito público. A través de hacer muchas candidaturas abiertas, hemos sido afortunados en ganar algunas propuestas, que han sido fundamentales en la evolución de h3o.
¿Quiénes componen el estudio?
Actualmente, en h3o somos siete: nosotros tres, acompañados por Marcel, Laura, Dité y Eli. Cada uno aporta su visión particular, enriqueciendo cada proyecto con una diversidad de perspectivas y habilidades.
¿Qué tipo de trabajo realizáis?
Nuestro estudio mezcla la arquitectura pública, a través de concursos, con los encargos privados. Este equilibrio nos permite no solo diseñar espacios que sirven al bien común sino también atender a las necesidades individuales de nuestros clientes, creando así una práctica arquitectónica rica y diversa. También estamos interesados en la docencia e investigación y nos gustaría introducirnos en el mundo académico, ahora que el estudio ha tomado forma.
¿Cómo se desarrollan vuestros proyectos?
En nuestro proceso creativo, hemos descubierto la importancia de la colaboración entre nosotros. La morfología de Adrià, la percepción material de Miquel y el enfoque conceptual y teórico de Joan se entrelazan para dar vida a nuestros proyectos más relevantes. Este triángulo de perspectivas nos permite experimentar más allá de los límites de lo convencional.
¿Qué relación tienen vuestros proyectos con la salud y bienestar de las personas?
Desde nuestros inicios en 2016, nos hemos cuestionado cómo debe ser la arquitectura contemporánea para responder a las urgencias sociales y ecológicas actuales. Creemos en el poder transformador de la arquitectura sobre la salud y el bienestar humano. Cada decisión, cada línea dibujada, tiene el potencial de influir en la vida de las personas. Luchamos por superar nuestras propias limitaciones para responder de manera más efectiva a estos desafíos, como se refleja en nuestros proyectos en Kop-Dakpark, Rotterdam, y la biblioteca de Arenys, donde la integración con la naturaleza y la promoción de ambientes saludables son fundamentales.
¿Qué recomendaciones darías a los que empiezan?
A quienes se embarcan en el viaje de la arquitectura, les instamos a abrazar cada nueva experiencia y desafío con mente abierta. La evolución constante de sus capacidades técnicas y creativas es crucial. Sin embargo, es esencial recordar que la arquitectura es el arte de lo posible, una disciplina no solo de creación sino de conexión con el presente para la transformación hacia un futuro mejor.