PARABASE es una sociedad registrada por Carla Ferrando y Pablo Garrido Arnaiz en 2021, después de trabajar para oficinas como Herzog & de Meuron, Foster & Partners, Diener & Diener y Miller & Maranta.
PARABASE combina el desarrollo y la construcción de proyectos de arquitectura con la investigación y la docencia en las Universidades de Arquitectura de Berna y Mendrisio, en Suiza. El trabajo de PARABASE ha recibido diversos premios internacionales y su obra ha sido seleccionada en la XV Bienal de Arquitectura de Venecia y en la IV Trienal de Lisboa.
¿Quiénes sois?
PARABASE es una sociedad de responsabilidad limitada que opera en el campo de la arquitectura, entre otros.
¿Quiénes componen el estudio?
En la actualidad PARABASE está compuesta por Valentin Dürselen, Carla Ferrando, Pablo Garrido Arnaiz, Gustavo Kubli, Jan Stiller y Joby Thoppil.
¿Qué tipo de trabajo realizáis?
La principal actividad de PARABASE es el desarrollo y la construcción de proyectos de arquitectura. Hasta ahora estos encargos han llegado fundamentalmente a través de primeros premios en concursos públicos en España, Suiza y México. El programa y la escala de los proyectos es muy variada; un pabellón de 100m2 en Barcelona, 20.000m2 de vivienda social con un centro de migrantes en Basilea o 3 auditorios y un parque de 70.000m2 en el Bosque de Chapultepec. Combinamos la práctica profesional con la docencia, la investigación, la publicación y el comisariado de exposiciones.
¿Cómo se desarrollan vuestros proyectos?
Independientemente de la escala o el contexto, nuestros proyectos se desarrollan a través de la selección y la auto imposición de constricciones, habitualmente técnicas y casi siempre cuantificables. Generalmente nos servimos de la copia, la metáfora y el desplazamiento -tanto figurado como literal- para concebir nuestros proyectos.
¿Qué relación tienen vuestros proyectos con la salud y el bienestar de las personas?
La noción de circularidad en la construcción de nuestra arquitectura es primordial. Tomando el ejemplo de nuestro proyecto en Basilea, los nuevos edificios de viviendas se construyen reutilizando columnas y forjados provenientes del desmontaje de un antiguo parking. Esta estrategia nos permite ahorrar más de 1.000.000 kg/CO2 en la construcción del nuevo complejo habitacional.
¿Qué recomendaciones daríais a los que empiezan?
No nos sentimos cómodos en esa tesitura. Como mucho podríamos suscribir el decálogo ‘How to work Better’ de Fischli Weiss.