Si has renovado tus gafas hace poco tiempo, seguramente te hayan ofrecido el filtro azul en las gafas. Se trata de un tratamiento especial en los cristales que protege la vista de las longitudes de onda con colores cercanos al azul. Nos encontramos con estas luces cuando estamos frente a un ordenador, pero no solo en ese momento, sino también cuando utilizamos el smartphone, la tableta, o, incluso la propia televisión.
Sin duda, las gafas con filtro para el ordenador pueden ser muy beneficiosas para la vista, pero su precio se ve incrementado si lo comparamos con los típicos cristales antirreflejantes, los cuales, llevamos usando durante muchos años, y sirven para que mejore la calidad de visión, así como para repeler el agua, el polvo, o, incluso la grasa. Ya de por sí, los cristales antirreflejo mejoran bastante la forma en la que vemos con nuestras gafas, entonces, ¿merece la pena invertir en gafas anti luz azul? Si pasas muchas horas delante de una pantalla, sí que merece la pena. Notarás que tu vista se cansa menos, que no se te irritan los ojos, e, incluso, que te duele menos la cabeza.
En el caso de que solo uses pantallas de manera ocasional, y no demasiado tiempo, quizás no te merezca la pena invertir más dinero en tus lentes. Tanto si te encuentras en la primera situación, como si te encuentras en la segunda, vamos a analizar las ventajas de las gafas protección luz azul.
Ventajas de las gafas con protección de la luz azul
Tu vista siempre estará protegida. Al reducir la exposición de luz azul que llega a tu mirada tendrás mejor salud visual.
Se puede usar con cualquier tipo de gafas y graduación. Tanto si tus lentes son monofocales, como si son progresivas, o, incluso si son ocupacionales, se les puede aplicar este filtro. Sin embargo, esta ventaja va más allá, aunque no necesites gafas porque veas bien, deberías proteger tu vista. Para esos casos, existen gafas de luz azul sin graduación, también conocidas como gafas de ordenador o gafas blue light.
¿Qué ocurre cuando nos sobreexponemos a la luz azul?
Quizás estés tan acostumbrado a estar delante de pantallas que pasas por alto cómo te afectan, o, simplemente, le quitas importancia, y crees que es algo que no se puede evitar. Sin embargo, el exceso de luz azul puede ser dañino para la salud, no solo para la vista, sino que también afecta a nuestro descanso.
Cuando pasamos mucho tiempo delante de una pantalla es común que se produzca fatiga visual. Algunos de sus síntomas son los ojos cansados, secos o enrojecidos, así como el dolor de cabeza. Si esto te ocurre a diario, puede ser bastante dañino, llegando incluso a degenerarse la musculatura de los ojos.
Por otro lado, los ritmos circadianos se ven afectados, sobre todo, si usas pantallas antes de dormir. En el caso de que suelas ver la televisión hasta la hora de dormirte, utilices el móvil hasta que te entre sueño o estés delante del ordenador, la hormona encargada del sueño, la melatonina, se reduce, por lo que podrías tener insomnio, u otro tipo de alteraciones del sueño, como múltiples despertares, o, incluso pesadillas.
