Los oídos hacen posible que captemos los sonidos que nos rodean; sin embargo, escuchamos con el cerebro. A través del nervio auditivo, el oído envía señales al cerebro que éste decodifica. Es así como podemos comprender qué significan los sonidos o las palabras.
Es fundamental detectar la pérdida auditiva lo antes posible, dado que no solo afecta a la calidad de vida de la persona que la sufre sino también a la capacidad de su cerebro para recordar los sonidos cotidianos. Según pasa el tiempo -el cerebro suele almacenar los sonidos que escucha durante un periodo aproximado de tres años-, la memoria cerebral auditiva se debilita y termina por olvidar.
Hipoacusia neurosensorial y audífonos
La pérdida de audición neurosensorial está causada por daños a las pequeñas células ciliadas del oído interno. Sus causas pueden ser enfermedad, envejecimiento, lesiones provocadas por el ruido o por ciertos medicamentos.
Cuando la parte interna del oído está dañada, los audífonos mejorarán la audición y la comprensión del habla.
Un audífono o sonotone es un dispositivo electrónico cuya misión es amplificar y modificar las señales sonoras para permitir una mejor audición y comunicación. Se compone de tres partes: micrófono, amplificador y auricular.
- El micrófono recibe el sonido ambiente y convierte las señales sonoras en señales eléctricas
- El amplificador o procesador modula las señales eléctricas y aumenta su intensidad
- El auricular conduce el sonido al interior del oído
Mientras más severo es el daño a las células ciliadas, mayor es la pérdida de audición y mayor será la amplificación necesaria para que los audífonos puedan remediar el daño.
Sin embargo, existen ciertos límites prácticos en cuanto al nivel de amplificación que los audífonos pueden ofrecer. Además, si el oído interno está muy dañado, ni siquiera las vibraciones con mayor amplificación se podrán convertir en señales neurales, de ahí la importancia de una detección a tiempo.
Tipos de audífonos
Existen tres tipos básicos de audífonos que se diferencian por su tamaño, dónde se colocan (dentro del oído o detrás de la oreja) y por el grado de amplificación del sonido:
- Los audífonos retroauriculares (Behind-the-ear, BTE) se colocan detrás de la oreja y van conectados a un molde de oreja hecho de plástico moldeable que cabe dentro del oído externo. Los componentes electrónicos están localizados en el estuche de plástico duro detrás de la oreja. El sonido viaja desde el audífono a través del molde de oreja y entra al oído.
- Los audífonos intrauriculares (In-the-ear, ITE) se colocan en el oído externo y se usan en casos de pérdida de audición de leve a severa. Algunos audífonos ITE también pueden venir con accesorios adicionales ya instalados como, por ejemplo, el sistema de bobina telefónica o telecoil.
- Los audífonos de canal auditivo o intracanales (In-the-canal, ITC) se insertan dentro del oído y se hacen a la medida y a la forma del canal auditivo del usuario. Los audífonos insertados completamente en el canal (Completelyin-canal, CIC) están prácticamente ocultos dentro de éste. Ambos se utilizan en casos de pérdida leve a moderadamente severa porque su pequeño tamaño limita su potencia y volumen.