El ácido hialurónico es una sustancia que se produce de manera natural en nuestro cuerpo. Podemos encontrar esta sustancia en el tejido de la piel, cartílago y articulaciones pero, también, en el cuerpo vítreo del globo ocular.
Gracias a la capacidad que tiene para atraer y retener moléculas de agua, el ácido hialurónico es un componente clave para el buen funcionamiento de la piel y de nuestros tejidos.
Dependiendo de la zona donde esté presente cumple diferentes funciones. En las articulaciones, ayuda a evitar que se produzcan fricciones dolorosas y amortigua los golpes. En los cartílagos, funciona como reconstituyente al recibir nutrientes. Y, en la piel, actúa como agente hidratante y soporte para mantener un aspecto joven, retrasando la aparición de arrugas y los signos de envejecimiento.
Tipos de ácido hialurónico
Se pueden diferenciar dos grupos de ácido hialurónico:
- Reticulado: se presenta en forma de gel con una estabilidad de 6 a 9 meses. Tiene mayor consistencia y rigidez. Es capaz de retener gran cantidad de agua, por lo que se utiliza para rellenar zonas que requieran volumen como los labios, arrugas o surcos nasogenianos.
- No reticulado: es líquido y con una estabilidad menor, de aproximadamente 3 meses. Es más ligero y su uso es complementario a la hidratación. Se combina con nutrientes esenciales y vitaminas para aportar nutrición a la piel. Suele usarse en mesoterapias faciales.
Usos del ácido hialurónico en la medicina
El ácido hialurónico es utilizado en el campo de la medicina:
- Como tratamiento conservador para enfermedades que producen procesos inflamatorios de las articulaciones.
- Para enfermedades degenerativas de las articulaciones como la artrosis. En este caso se infiltra el ácido hialurónico con la finalidad de reducir el dolor y además lograr la regeneración del cartílago.
- Para la recuperación de las lesiones articulares en los deportes de élite.
- Con el fin de mejorar la cicatrización y regeneración de las encías y mucosa oral.
- Para problemas cutáneos como la lipodistrofia.
- Para cistitis intersticial, ayuda a disminuir o eliminar el dolor.
Usos del ácido hialurónico en la cosmética
Su principal propiedad es dar volumen, elasticidad e hidratación a la piel. Asimismo, ayuda a resolver los problemas que causa el paso del tiempo y la edad en la piel.
Esta sustancia se inyecta en la piel consiguiendo:
- Reducir las arrugas
- Modelar las mejillas
- Corregir líneas faciales y forma de los labios
- Minimizar la aparición de flacidez
- Mejorar la elasticidad y la hidratación del rostro, las manos, el cuello y el escote
- Reducir la aparición de depresiones en la piel provocadas por las cicatrices, el acné u otras lesiones
Efectos no deseados del ácido hialurónico
El ácido hialurónico es uno de los tratamientos más seguros y no debería causar problema pues se trata de una sustancia presente en nuestro organismo de manera natural. No obstante, pueden aparecer algunas reacciones adversas que tienden a desaparecer a las 48 horas de su aplicación.
- Aparición de hematomas alrededor de la zona de inyección
- Cambios en la sensibilidad de la piel donde se aplica esta sustancia
- Dolor o pequeñas molestias tras la infiltración
- Irritación y enrojecimiento en la zona por la propia inyección
- Irritación donde se ha aplicado el ácido hialurónico